Existen dos tipos principales de retinopatías, ambos son consecuencia de enfermedades crónicas, el primero de ellos, se desarrollarán a continuación.
Retinopatía
diabética
Se desarrolla en personas con diabetes.
Dos tipos de retinopatía
diabética puede causar pérdida de la visión: retinopatía no proliferativa y
retinopatía proliferativa. En la retinopatía no proliferativa los vasos
sanguíneos en la retina se deterioran; estos vasos sanguíneos deteriorados
pueden obstruirse o desarrollar deformidades parecidas a un globo, llamadas
aneurismas. Los líquidos, las grasas y las proteínas se filtran por los vasos
sanguíneos normales. Los líquidos pueden almacenarse en el área de la retina
responsable de la visión aguda. La inflamación (edema) de la mácula deteriora
la visión necesaria para leer y para realizar trabajo minucioso.
En la
retinopatía proliferativa, los vasos sanguíneos nuevos y estructuralmente
inestables crecen sobre la superficie de la retina. Estos vasos sanguíneos
inestables causan hemorragias (sangrados) pequeñas y frecuentes, que ocasionan
irritación local con formación de cicatrices. En áreas que tienen cicatrices,
la masa clara de gel entre el cristalino y la retina, llamada humor vítreo,
puede adherirse a la retina. Esta unión entre la retina y el humor vítreo
finalmente deforman el humor vítreo. Esta fuerza puede desgarrar las capas de
la retina y hacer que ésta no funcione. Esta separación de las capas se conoce
como desprendimiento de la retina.